Ius Puniendi: Sistema Penal Integral

Entrevista

Labor de las Fiscalías Especializadas contra el Crimen Organizado

Jorge Wayner Chávez Cotrina
Fiscal Superior en la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado de Lima

Sobre el entrevistado.- Fue Fiscal Superior Coordinador de Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado de Lima. En su experiencia en la lucha contra el crimen organizado, cuenta con casi 20 años como fiscal, la mayoría de ellos como fiscal antidrogas, primero como adjunto provincial, luego como fiscal provincial y posteriormente como superior. En su carrera fiscal, siempre ha estado vinculado en la lucha contra el narcotráfico, ahora contra el crimen organizado en general.

(Entrevistador: Carlos Ibarra Espíritu).
                            

1.      ¿Qué debemos entender por «crimen organizado»?

Para empezar tenemos que determinar que existen dos temas de inseguridad ciudadana en el país y a nivel mundial: La delincuencia común y la delincuencia organizada. La delincuencia común, como todo el mundo lo sabe, son los arrebatos, hurtos, homicidios simples … Pero, la organización criminal ya tiene toda una estructura. Las organizaciones criminales normalmente están formadas y estructuradas como unas empresas criminales, en la que cada uno de los miembros tiene diferentes roles. Entonces, para que un fiscal pueda entender cuándo está frente a una organización criminal o a una banda, lo primero que tiene establecer es cuáles son los criterios que debe reunir un grupo de personas para decir que estamos frente a una organización criminal. Para ello, lo primero que debe hacerse es ir a la Convención de Palermo. La Convención de Palermo establece la definición básica de lo que es «organización criminal». Luego de ello, debemos ir a la Corte Suprema, que en la sentencia contra Abimael Guzmán ya nos da algunos criterios acerca de lo que debe tener un grupo de personas para poderlos calificar como organización criminal. Además, la Corte Suprema, en la sentencia contra el Cartel de Tijuana, también establece otros criterios que debe tener en cuenta un juez o un fiscal, y en general, un operador de justicia, para determinar cuándo está frente a una organización criminal.

Entonces, no es cuestión solamente de decir que «haya tres o más» para poder decir que hay organización criminal. Las organizaciones criminales tienen que tener jerarquía, estructura, una determinada duración en el tiempo, y cometer delitos de trascendencia nacional.
                                        

2.      En el prólogo al libro del profesor Prado Saldarriaga Criminalidad organizada y lavado de activos (Lima, 2014), el profesor Javier A. Zaragoza Aguada ha afirmado que existen redes oscuras de poder, tejidas entre el crimen organizado y la corrupción política. ¿Cuánto de esta apreciación es válida para el Perú?

Yo creo que todo. La realidad nos ha dicho que eso es verdad. Ahí está el caso Álvarez, por ejemplo, en donde una organización criminal está vinculada al poder político. El alcalde de Chiclayo, es otro caso en donde la organización criminal está vinculada al poder político. Así, hay varios presidentes regionales vinculados a temas de corrupción, cohecho, malversación de fondos, lavado de dinero; exasesores presidenciales, exconsejeros, etc.

La visión que tiene Zaragoza es muy acertada para el Perú, así como para todo el mundo. Es que el fenómeno de la criminalidad organizada no es un tema exclusivo del Perú. Tiene como uno de sus fundamentos la globalización (política, comercial y económica). Entonces, como todo el mundo está globalizado, el crimen organizado también se globaliza, también se internacionaliza, tiene sus contactos a nivel nacional e internacional.


3.      ¿Cómo se previene el financiamiento de las organizaciones criminales a los partidos políticos en las campañas electorales?

Lamentablemente no tenemos reglas claras para determinar cómo financian los partidos políticos, y los políticos, en general, sus campañas. No lo tenemos claro. No existe un ente regulador. Lo único que hace el Jurado Nacional de Elecciones es pedirles, después de las elecciones, una especie de balance de sus ingresos y egresos de sus campañas políticas. Pero, no sé si tendrá los mecanismos para corroborarlos esos balances; y, según las noticias, menos del 10% los presenta, o sea, casi nadie cumple con sustentar sus gastos.

Es importante que el Estado busque mecanismos para fiscalizar los dineros que están en las campañas políticas. Pero, no solamente el Estado, es una responsabilidad de los partidos políticos. Éstos son los primeros interesados en que sus campañas políticas no se vean involucradas con dinero ilícito. Lo que ocurre es que lamentablemente en el Perú no tenemos partidos políticos. Creo que uno de los pocos partidos que quedan es el APRA, Acción Popular es prácticamente historia, PPC prácticamente está en extinción, y el resto ya ni se cuentan. Tenemos una responsabilidad para fortalecer a los partidos políticos. Es importante, porque si tenemos partidos políticos fuertes, vamos a tener un Estado de derecho fuerte. Si tenemos partidos fuertes, bien organizados, ellos mismos van a establecer los mecanismos de control: primero, sobre quiénes van a ir como sus representantes, para evitar que después tengamos como electas a personas que tienen cincuenta mil antecedentes penales y judiciales; y, segundo, para establecer, cómo van a financiar sus campañas. Esa es obligación de los partidos políticos.


4.      Según su experiencia, como excoordinador y fiscal superior en las Fiscalías Especializadas contra el Crimen Organizado, ¿cuál es el estado actual de la criminalidad organizada en el Perú?

Hay que saber cómo englobamos la criminalidad organizada en el Perú. Para empezar, la criminalidad organizada no es un tipo penal, no es como la asociación ilícita, que está en el 317 y es tipo penal. La organización criminal no es tipo, es una circunstancia del delito. Se cometen delitos a través de organizaciones criminales. Por ejemplo, la extorsión: Se puede cometer extorsión en forma personal, pero ya cuando es a través de todo un aparato criminal, entonces estamos hablando de una sociedad dedicada a la extorsión.

En el país tenemos actualmente organizaciones criminales que se dedican a extorsionar, en Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo, Barranca, Lima, Chincha y Pisco. En estas ciudades hemos encontrado organizaciones criminales dedicadas a extorsionar, a usurpar terrenos. Son organizaciones que tienen una característica: Siempre tienen la fachada del famosos sindicato de construcción civil. Esa es, por ejemplo, una forma de criminalidad organizada.

Tienes otra forma de organización criminal, las que tienen que ver exclusivamente con el narcotráfico. Por ejemplo, el que ocurre en el Huallaga, el Vraem; y a través de burriers, en el aeropuerto. Tienes otro tipo de organizaciones criminales, las que se dedican al tráfico de menores; esto ocurre, por ejemplo, en Madre de Dios, donde también hay organizaciones criminales que cometen minería ilegal, pero como consecuencia de la minería ilegal. Igualmente, existe la trata de menores, es decir, la explotación sexual de menores de edad, que también es otro tipo de delito que está siendo cometido por las organizaciones criminales.

En consecuencia, la criminalidad organizada en el Perú está avanzando, pese a los grandes golpes que están dando el Ministerio Público con la Policía Nacional del Perú. Esto hay que reconocerlo. En los últimos años, hemos desbaratado las más grandes organizaciones criminales en el norte el país: El Tío Paco, la Gran Familia, la Familia Chinchana, los Malditos del Triunfo (últimamente), la Cruz del Norte (en Piura). Estos duros golpes han sido vinculados más al tema de las extorsiones. En el tema de narcotráfico también se ha dado duros golpes, por ejemplo, la última incautación de 6 toneladas de drogas. La Policía Nacional con el Ministerio Público ha logrado desbaratar organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico en donde estaban involucradas incluso policías, que han sido presentadas por el Ministro.

No obstante, pese a todo, esas organizaciones pueden reagruparse y continuar con enorme vida; se volverían a hacer fuertes, si los vamos a ir dejando. La idea es que, por ejemplo, si hemos dado duros golpes a los Malditos del Triunfo, la Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público no podrían sentarse sobre sus laureles, sino ver qué remanentes han quedado, para que no vayan a unificarse nuevamente y comiencen a generar cabecillas. Es, como decía el Ministro del Interior en la siembra de coca: uno va destruyendo la coca y luego viene la resiembra. Ese es el problema. Lo mismo puede ocurrir acá. Se desactiva una organización criminal, pero los remanentes que queden pueden reorganizarse. Si los dejamos, pueden volverse nuevamente fuertes. No debemos contentarnos con hacer grandes operativos, continuar, para evitar que los remanentes crezcan. Ese es un trabajo que deben hacer la Policía y el Ministerio Público en conjunto, en coordinación.


5.      Además, de esas organizaciones criminales que comenta, ¿hay algunas otras formas en las que operan las organizaciones criminales?

Básicamente son esas. Esas son las grandes modalidades de delitos a los que están dedicadas las organizaciones criminales: narcotráfico, trata de personas, extorsiones. Dentro de las extorsiones están las usurpaciones ilegales de terrenos, bajo la fachada de construcción civil.

También el lavado de activos, obviamente; aunque ese es el último eslabón de la cadena de la organización criminal. Porque, claro, ¿cuál es el objetivo de la organización criminal?: Ganar dinero ilícitamente. Pero ese dinero tiene que ser introducido dentro del mercado legal. Ese acto de introducir el dinero ilícito al mercado legal y mezclarlo con la economía legal de un país es lavar dinero, en síntesis, en palabras fáciles de entender. La doctrina nos da muchas definiciones, pero lavar dinero significa eso: mezclar dinero sucio con dinero legal, de tal forma que, llegado el momento, no se sabe qué parte de esa fortuna es de origen ilícito o de origen lícito.

Una vez que se lava dinero, son «grandes señores». Sus líderes normalmente pasan como grandes hombres de negocios o autoridades intachables. Hemos tenido grandes empresarios, que después se ha descubierto que sus orígenes económicos no eran tan santos, sino producto del narcotráfico, la extorsión, etc. Pero, ¿por qué? Porque las organizaciones criminales tienen una característica: Tienen actividades lícitas y actividades ilícitas. Es decir, independientemente de estar extorsionando, traficando con drogas; tienen empresas legales que pagan sus impuestos. Por ejemplo Zevallos, con Aerocontinente: empresa legal; los expresidentes regionales: tienen actividades una lícita, son autoridades, eso es lícito, son personalidades, son reconocidas, pero tienen organizaciones criminales detrás. Tenemos también al alcalde de Chiclayo, quien todavía tiene un partido con el eslogan «manos limpias», cuando al final tenía toda una organización criminal para saquear el dinero a la Municipalidad. Hasta que no se descubrió el tema de Chiclayo, ese alcalde era intachable. O, hasta que no se descubrió el tema de Álvarez, éste era uno de los mejores presidentes regionales. Hasta que no se descubrió la coima que cobró el presidente regional de Pasco, siempre fue un hombre honesto, intachable, apoyado por su pueblo, pero, detrás estaba la corrupción, organizaciones criminales. Entonces, esa es la característica de las organizaciones criminales: Siempre tratan de hacer actividades lícitas e ilícitas paralelamente. No hay que olvidar lo que sucedió con CLAE, por ejemplo; Manrique fue nombrado empresario del año, cuando realmente tenía una red que le quitaba la plata a la gente, después se cayó.

6.      ¿Cuáles son los mecanismos usuales de blanqueo de dinero?

Es una pregunta ya es arcaica. Hace veinte años se decía: solamente la construcción, los grifos. Hay que comprender que el delincuente de organización criminal lava su dinero en cualquier negocio, sobre todo en aquellos en donde dan dinero en efectivo.

La primera etapa es la colocación de dinero mal hecho. Normalmente lo hacen en empresas en donde se mueve dinero en efectivo: restaurantes, hoteles, grifos (y no quiero decir que todos los grifos sean utilizados para ello). Se utiliza los negocios en efectivo. Obviamente, en el boom de la construcción, puede haber lavado. La famosa rifa que estaba haciendo Waldo Ríos, ¿quién sabe si efectivamente ha vendido tickets por un millón [de soles]? ¿Quién fiscaliza? Puede venderse diez tickets y decir que ha vendido cien. Si fuere así, se está lavando dinero.

En otro ejemplo, un sujeto puede tener un hotel con veinticinco cuartos, y decir que todos los días para lleno: los 30 días al mes, los 365 días al año. ¿Quién fiscaliza que sea así? La realidad puede ser que solo tuvo cinco clientes un día, y con eso llenaron en sus cuadernos como si hubieran ocupado todo. ¿Quién garantiza que no sea así? Nadie. Si, normalmente, cuando van a cualquier hostal, no dan boleta, es más, ni siquiera piden DNI.

La Sunat tiene que entrar a fiscalizar mejor a estas empresas, donde se mueve dinero en efectivo, para evitar que se esté metiendo dinero a la economía sin ningún sustento.

7.      ¿Cómo toman tanto poder las organizaciones criminales?

Eso depende. Cuando se habla de organizaciones criminales es como en cualquier empresa, cada empresa tiene su rubro: transporte, empresas televisión, empresas de cable… .Las redes criminales también tienen su rubro: unas se dedican a extorsionar, otras al narcotráfico, otras a lavar dinero, otras a la trata de personas. Dentro de cada rubro uno tiene que hacer un análisis, ver por qué están creciendo esas organizaciones criminales, en el cuanto a las extorsiones, en el norte y centro del país. Por qué, por ejemplo no tenemos información que en Arequipa o Tacna haya estas organizaciones, como los hay en Chiclayo, Truijillo, Barranca o Chincha. No la tenemos, esperemos que no lo tengamos nunca. Hay que ver qué está pasando. Hay que hacer un estudio sociológico, de «por qué» se da este fenómeno en el norte y no en el sur del país, a esos niveles. Eso no quiere decir que no exista delincuencia en Tacna o Arequipa; seguramente la hay, pero no a los niveles de las ciudades del norte.

¿Qué pasó en la parte norte del país para que las organizaciones criminales hayan crecido y avanzado tanto? Yo creo que es dejadez de las autoridades, definitivamente. No puede ser, por ejemplo, que la Gran Familia haya tenido más de diez años extorsionando y nadie haya sabido quiénes eran. Yo recuerdo el año 2013, cuando estábamos con el Dr. Peláez, y se tenía conocimiento de esta organización. El caso estaba a cargo de los policías de Chiclayo. El Dr. Peláez tomó la decisión, como Fiscal de la Nación, de que sean las Fiscalías contra el Crimen Organizado las que se hagan cargo de esta investigación. Y yo dispuse que lo hagamos acá [en las Fiscalías contra el crimen Organizado de Lima], pero también solicité que la investigación la hagamos con la Policía de Lima. Ahí empezamos nosotros a golpear a las organizaciones criminales en el norte, con el primer gran operativo, la primera gran organización que cae casi completa. Se capturó casi al noventa por ciento de sus integrantes, incluso a su cabecilla. Fue el caso de la Gran Familia, con el Tío Paco. Fue el primer gran golpe contra el crimen organizado en el norte del país. Pero, eso se dio gracias a una decisión del Fiscal de la Nación. Porque es él quien decidió que se haga la investigación en las Fiscalías de Lima. Yo, como coordinador, lo único que hice fue solicitar que se trabaje con la policía de Lima. Y gracias al Gral. Cortijo, jefe de la Dirincri de aquella época, que entendió y me formó un equipo de secuestros de primer nivel, a cargo del Crnl. González. Se hizo un trabajo de casi cuatro meses. Producto de ello, logramos desarticular esa organización. O sea, lo que no hizo en diez años la Policía del lugar, nosotros lo hicimos acá con los fiscales en menos de cuatro meses. Trabajamos con Inteligencia, logramos establecer su estructura, su jerarquía, sus integrantes. Después, viajamos casi trescientos hombres, entre policías y fiscales, todos de Lima, y se dio el golpe, y los trajimos a Lima. Ahí empieza, ese fue el primer golpe que se da. De ahí vienen los Malditos del Triunfo, el clan vinculado a un coronel en Chiclayo. Fíjense, ¡el mismo jefe de la dirección territorial de la Policía, estaba vinculado a extorsiones! Al final, lo tuvimos que capturar, está preso.

Después fuimos a Piura, los Malditos del Triunfo, los Pulpos. Luego dimos golpes en Chincha. Estamos viniendo de norte a sur. Pero no podemos dormirnos en nuestros laureles, debemos continuar con trabajo coordinado. El secreto para dar esos golpes ha sido un trabajo coordinado: Policía Nacional - Inteligencia - Ministerio Público. Ese es el secreto. Nosotros hemos coordinado personalmente con Inteligencia y con la Policía. Hemos hecho un trabajo conjunto y estamos dando esos duros golpes. Pero, eso significa que antes no hubo coordinación. Ese ha sido el gran defecto.

Para dar estos duros golpes, la Fiscalías contra Crimen Organizado, conjuntamente con Inteligencia, ha contado con todo el apoyo de nuestro Fiscal de la Nación (tanto de la época del Dr. Peláez, como del Ramos Heredia). Mientras yo he sido coordinador, he recibido todo el apoyo, todo, de los Fiscales de la Nación, independientemente de cómo se llame. Nosotros capturamos a los criminales que asesinaron a Nolasco en menos de cuarenta Y cinco días. La orden la dio el Dr. Peláez. Me acuerdo, creo que fue un 4 de abril, porque lo tenía un fiscal y la policía de Huacho, lo trajimos a Lima. En cuarenta y cinco días logramos identificar a los autores materiales, identificar a los presuntos autores mediáticos e intelectuales, y, en base a esa investigación, se permitió la captura de Álvarez, porque se le vinculó con la muerte de Nolasco. La captura del operativo se hizo durante la gestión del Dr. Ramos Heredia. Por eso digo, yo como coordinador jamás voy a decir que no he recibido el apoyo de mis Fiscales de la Nación. Todos, yo he trabajado como coordinador desde la época de la Dra. Echaíz, el Dr. Peláez, el Dr. Ramos Heredia, Todos han estado involucrados en la lucha contra el crimen organizado, han estado muy pendientes de darnos todo el apoyo personal y logístico. Todo lo que pedíamos, nos lo daban. Y estoy seguro que lo siguen dando actualmente, con el nuevo Coordinador, viendo los duros golpes que hemos dado estos días. Hay un compromiso de la Fiscalía de la Nación, en su conjunto, en la lucha contra el crimen organizado. Lo que necesitamos es que ese compromiso también exista en los otros entes: Poder Judicial, Policía Nacional, procuradores, etc.


8.      ¿Cómo afecta la criminalidad organizada transnacional al Perú?


Todos los casos de narcotráfico, los grandes casos de narcotráfico, todos, son delitos transnacionales. Así de simple. Obviamente, el narcotráfico no solamente afecta al Perú, sino a todo el mundo. El narcotráfico tiene una cadena, hay que entender la cadena del narcotráfico, que empieza con el sembrío irregular o ilegal de la hoja de coca, luego se pasa a las pozas de maceración. Ahí surge lo que se llama la «pasta básica». Pero, para que esa coca se convierta en pasta básica, se necesita el otro eslabón: el desvío de insumos químicos. Entonces, el esquema es:



Esa pasta básica no sirve. Tiene que ser clorificada, convertirla en clorhidrato de cocaína. Eso que se hace en el monte, en las famosas pozas de maceración, donde vemos que hacen los operativos y las destruyen en el VRAEM. Esa pasta básica tiene que bajar a las ciudades, porque en las ciudades están los laboratorios de clorhidrato de cocaína, que son mucho más sofisticados. Se necesitan otros elementos, no solamente químicos, sino también logísticos, hornos microondas, motores, todo un laboratorio. Después de procesado, ese clorhidrato no se queda en el Perú, tiene que ser enviado al extranjero.

Entonces, viene el segundo eslabón, que es lo que se conoce como la «alzada». ¿Qué significa la alzada?: que hay un grupo de delincuentes que se encarga de garantizar que esa droga salga del Perú, ya sea vía aérea o vía marítima. Normalmente es por vía marítima. En los últimos tiempos, las avionetas han estado entrando a la selva para sacar la droga por el Brasil. No se suele usar los aviones, porque no puede llevarse grandes cantidades de droga. Por avión solamente los «burriers», pero, por ahí no es mucho.

Hay otro eslabón que se llama la «bajada». La organización criminal de destino ya tiene a su gente en los puertos o en los aeropuertos esperando ver cómo es que ese «cloro» llega a su destino final. De ahí viene el siguiente y penúltimo eslabón, que es la comercialización de ese clorhidrato de cocaína a los consumidores en los países de destino. El último eslabón es el lavado de dinero.

En esa cadena todos van ganando. Como es una cadena, esa organización criminal ya no es como las que se conocía antes. Por ejemplo, en los tiempos de los 80, cuando hablábamos de Vaticano, Cachique Rivera, Tijero, los famosos patrones de la droga en el Perú. Ese tipo de organización criminal piramidal que tenían ellos, donde todos dependían del patrón, ya no existe. Porque así como la economía mundial se ha modernizado, las organizaciones criminales también. Ahora son empresas, no se involucran. Entonces, ¿qué están haciendo? Están actuando como empresas, contratan services. ¿Será que el cabecilla, el jefe del Cártel de Sinaloa, del Cártel de Juárez o cualquier otro cártel de México o de Europa, o el financista, conocen al peoncito que está haciendo la droga? No lo conoce, ni les interesa quién sea. ¿Acaso conoce cómo llegan los insumos químicos, quiénes clorifican? Tampoco. Todo es vía services.

Eso ya ha variado. La ventaja que tenemos en el Perú es que no hay cárteles, todavía no hay cártel, lo que sí hay en muchas ciudades de Colombia, Europa, México. Lo que tenemos son clanes familiares. El clan familiar más sonado es el de los Quispe Palomino, por ejemplo. Pero, ¿por qué en el Perú no hay cárteles, por qué no hemos llegado a tener carteles? (gracias a Dios). Porque el cártel se caracteriza por dominar un territorio. Por eso los llaman el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Juárez, el Cártel del Norte. Ellos dominan un territorio, la mafia domina un territorio. Por ejemplo, en México se dan el lujo de poner sus propias autoridades; y si no les gusta, los matan y se acabó. ¿Cuántos comisarios, fiscales o jueces han matado en Sinaloa y en Juárez? ¿No les gusta?: Los matan. Porque ellos ponen sus autoridades. Los Quispe Palomino no llegan a tener ese poder. El día que (¡Dios no quiera!) los Quispe Palomino digan «en este territorio del Vraem nadie trafica más que nosotros. Aquel que quiera entrar nos tienen que pagar cupos», y que le ganen la guerra psicológica y militar al ejército y a la Policía Nacional, ese día los Quispe Palomino se convertirán en cártel. Pero, para eso falta muchísimo todavía. No van a llegar, yo estoy seguro que no; porque la Policía Nacional y los fiscales están dando la dura batalla contra eso.


9.      La Ley 30077 es bastante amplia, respecto de los delitos que son considerados como cometidos por organizaciones criminales, ¿cuáles de todos ellos son los que investigan las fiscalías de crimen organizado?

Lo que ocurre es que la Ley de Lucha contra el Crimen Organizado establece 21 delitos. Dice bien claro: «Esta norma se aplicará siempre que estos delitos sean cometidos por organizaciones criminales».

La Ley tiene 21 delitos: Desde homicidios, hurto, robos… yo siempre digo: por poco y nos dan demanda de alimentos. Claro, la Ley dice, «estos delitos entran dentro de la Ley, pero siempre y en cuando sean cometidos por organizaciones criminales». Si no es cometido por una organización criminal, la Ley no se aplica.

Entonces, ahí se tiene que diferenciar: cuándo estás frente a un hecho cometido por una organización criminal y cuándo están frente a un hecho cometido por una banda. Porque los dos tienen pluralidad de agentes, pero una cosa es «banda» y otra es «crimen organizado». Por ejemplo, imaginemos que diez facinerosos se reúnen, planifican, hacen el reglaje para asaltar un banco. Que no se crea que cuando unos van a asaltar un banco, van a decir: «nos reunimos hoy día y mañana vamos a asaltar el banco». No. Ellos se van a hacer sus estudios, se van a observar el banco, más o menos qué días hay menos gente, cuántos policías tienen de seguridad en la puerta, cuántos de seguridad adentro, cuántas ventanillas tienen, dónde está el administrador, dónde está la caja fuerte, etc. Tiene que planificar todo: dónde se va a cuadrar el carro, cuáles van a ser las salidas. Eso tienen que planificarlo para dar un «buen asalto». ¿Cuántos intervienen? Pueden intervenir diez o quince. Asaltan el banco; si logran su cometido, reparten el dinero y cada uno se va por su lado. Son «banda». No hay continuidad, no hay permanencia en el tiempo. Se reúnen, asaltan o secuestran, reciben el dinero y desaparecen. Por ahí se unen a otros facinerosos para hacer otro asalto.

Las otras no. La organización criminal es permanente en el tiempo. Extorsionan durante todo el año. Están extorsionando todos los días. La organización criminal de narcotráfico trafica una vez, dos veces, es toda una organización. ¿Puede creerse, por ejemplo, que el cartel de Sinaloa solamente se organizó para un envío de drogas de dos toneladas? No. Ellos están traficando por años, viven de eso. Están organizados.

Con esta nueva Ley, frente a un hecho de delincuencia común, como es el asalto, lo primero que tiene que establecer el fiscal y la Policía es: ¿estoy frente a una organización criminal o frente a una banda? Si estoy frente a una organización criminal: aplico Ley de Lucha contra el Crimen Organizado. Si estoy frente a una banda, el Código procesal penal. En Lima es peor, porque tenemos los dos Códigos: el Código de procedimientos penales y el Código procesal penal. Imagínate la tarea que tiene que hacer un fiscal en Lima, en cuestión de horas. Porque, lo primero que debe decidir es: si estoy frente a una organización criminal, lo debo llevar al nuevo modelo procesal penal, con todo lo que ello implica. Pero, si establezco que no es organización criminal, me voy al viejo código, Código de procedimientos penales. El fiscal tiene que definir en horas, nada más. Por eso, el fiscal tiene que ser un estratega, un conocedor de lo que es una banda y qué es una organización criminal, para poder diferenciar el modus operandi de ambas, que son totalmente diferentes. Las bandas solamente se organizan para cometer un hecho delictivo. Las organizaciones criminales se organizan para cometer «delitos»; que pueden estar en concurso real homogéneo: o sea, trafico hoy día o hago cincuenta mil tráficos; exploto sexualmente a diez, veinte o treinta niñas. Se comete el delito en concurso en el tiempo y tienen una organización para protegerse.

Tomemos como ejemplo a una organización destinada a la extorsión: extorsionan, hay policías que están a cargo de la seguridad, otros de sus miembros avisan a los empresarios, hay otros que se encargan de cobrar el cupo, otros más que se encargan de hacer el reglaje. Es decir, se comportan como toda una organización. Y están durante todo el tiempo, permanecen como una empresa. La banda no. La banda nace, comete el delito y desaparece, se desactiva automáticamente.

A consecuencia de ello, las Fiscalías contra el crimen organizado tenían que reestructurarse. Como estas Fiscalías van a procesar dentro de los criterios y las normas del Código procesal penal, estas fiscalías se convirtieron en fiscalías corporativas. Lo mismo ocurre con la Sala Penal Nacional, que también ha creado juzgados de investigación preparatoria.

El Fiscal de la Nación, creo que en una decisión muy acertada, creó Fiscalías contra el Crimen Organizado Descentralizadas casi a nivel nacional. Eso ha sido un acierto. Porque tratar de ver el crimen organizado solamente con las Fiscalías de Lima es imposible. Con buen criterio, la Junta de Fiscales Supremos, encabezada por el Fiscal de la Nación, creó 22 sedes –es algo que nunca se había visto en el país–. A consecuencia de ello, ha obligado que también los juzgados creen Juzgados de Crimen Organizado. Ya tenemos sedes descentralizadas y sedes centralizadas. Pero, ¿cuál es la competencia, por ejemplo, de las Fiscalías que tienen sede en Lima? Nosotros solamente intervenimos organizaciones criminales que tengan connotación nacional, es decir, que sus delitos o los efectos de sus delitos sobrepasen dos distritos judiciales (o dos distritos fiscales). Esto en paralelo, porque la Sala Nacional solamente es competente para juzgar y sentenciar a organizaciones criminales cuyos actos delictivos o efectos del delito también desborden dos distritos judiciales. En consecuencia, si la organización criminal, por más feroz que sea, por más estructurada o por mejor organización que tenga; solamente ha dedicado su actividad delictiva a un distrito judicial, para eso tenemos a nuestros fiscales de crimen organizado en cada distrito judicial.

Por ejemplo, los Malditos del Triunfo nacen en Trujillo, pero en las investigaciones el fiscal de Trujillo determinó que también tenían contactos en Casma y en otras ciudades; entonces dijo: «yo ya no puedo entrar ahí, porque ya hay otros distritos judiciales comprometidos» y lo derivó a que la fiscalía de Lima se haga cargo. Es decir, cuando un fiscal contra el crimen organizado de sedes descentralizada, en sus investigaciones contra una organización criminal, determina que ésta ya no es local, por decirlo así, sino que desborda más de un distrito judicial, inmediatamente tiene que enviar la investigación a la Fiscalía Lima, para que las Fiscalías de Lima se hagan cargo, porque los fiscales de crimen organizado de Lima pueden viajar a cualquier parte del país, nosotros sí tenemos competencia nacional, ellos solo tienen competencia sobre su distrito fiscal. Pero, siempre se trabaja en coordinación con todos nuestros fiscales en todo el Perú.

Hay que tener esto en claro: quien dirige las fiscalías de crimen organizado es el Fiscal de la Nación, no el coordinador. El coordinador solamente es el que coordina los criterios y directivas, y obviamente los operativos. Es la parte operativa. Pero, el que dirige la política de las Fiscalías contra el Crimen Organizado es personalmente el Fiscal de la Nación. Por eso es que nosotros no dependemos de ningún presidente distrital. A mí me decían: «¿Usted depende del Presidente de Lima?»; yo respondía: No, no dependo de la Presidencia de Lima, yo dependo del Fiscal de la Nación. Hasta nuestras vacaciones las pedimos directamente al Fiscal de la Nación, porque él dirige personalmente el sistema. Eso está bien, porque se tienen que tomar decisiones urgentes. Por ejemplo, se tiene que enviar, de un día para otro, veinte o treinta fiscales a diferentes departamentos, porque tenemos operativos; imagínese si tendríamos que coordinar con cada uno de los presidentes, solamente coordinando demoramos un mes, y la información se va a filtrar. Acá se coordina directamente con el Fiscal de la Nación, él da la directiva y todo mundo sale. Es mucho más rápido, es más operativo.

10.  ¿Cómo se delimita la competencia con las Fiscalías Especializadas Antidrogas, por ejemplo, con los «burriers» del aeropuerto?

Igual, si el fiscal antidrogas establece que su investigación está frente a una organización criminal, tiene que derivarlo acá, porque estas fiscalías ven también tráfico de drogas. Las Fiscalías contra el Crimen Organizado son competentes para los 21 delitos, entre esos el narcotráfico. De los únicos delitos en los cuales se nos ha quitado la competencia, por decirlo así, es en el lavado de activos, porque tenemos nuestro propio sistema de Fiscalías de Lavado de Activos, que tienen competencia a nivel nacional y también dependen del Fiscal de la Nación; igual con los temas de corrupción y de terrorismo.

Por ejemplo, en el caso de los Malditos del Triunfo, los Malditos de Chincha, la Gran Familia o cualquier organización criminal dedicada a la extorsión: Aquí el fiscal de crimen organizado ve los temas de su competencia; pero, si en esa investigación ve que existe lavado de dinero, tiene que derivar parte de su investigación a la Fiscalía Especializada en Lavado de Dinero, para que ellos se encarguen exclusivamente de este delito. En otro ejemplo, en el caso de las seis toneladas de drogas, solamente como un ejemplo, el fiscal de crimen organizado se dedica a investigar exclusivamente el tráfico de drogas; si encuentra indicios de lavado de dinero, tiene que formar un cuaderno con todos los elementos probatorios respecto a ello y derivarlo a la Fiscalías de Lavado de Dinero. El lavado de dinero es autónomo.

Lo mismo puede ocurrir en un investigaciones por narcotráfico, si hay corrupción. Ahí podemos agarrarlo, porque el narcotráfico es más grande, la pena es más grave, puede ser un delito conexo, pero el lavado es diferente, porque la investigación del lavado es diferente a la investigación de otros delitos. La investigación de lavado es más científica, más de escritorio, más de peritajes. En el narcotráfico, es más operativo. Hacer seguimientos y operar, es más rápido. Una buena investigación en lavado de dinero no te demora menos de tres a cuatro años.

11.  ¿Cómo se determina la competencia con las Fiscalías Antidrogas del Callao, cuando atrapan a los «burriers» en el aeropuerto?

Si es que el fiscal, dentro de sus primeras investigaciones, logra descubrir a la organización criminal detrás del burrier, nos lo pasa a crimen organizado. Si es que no, como dicen: «pasa por lo visto».


12.  ¿De qué órganos depende la solución a la inseguridad ciudadana en el Perú? ¿Es sólo una labor del Ministerio Público o de la Policía Nacional del Perú?

La responsabilidad ciudadana es responsabilidad de todos. Principalmente de la Policía Nacional y del Ministerio Público, también del Poder Judicial.

Pero, acá hay un tema. Depende de qué tipo de inseguridad estamos hablando. Si estamos hablando de una inseguridad producida por delincuencia común, entonces tienen que entrar a tallar las municipalidades y los gobiernos regionales, con la Policía y el Ministerio Público (ante la delincuencia convencional). Pero, si estamos hablando de organizaciones criminales, ya no podemos involucrar a las municipalidades o gobiernos regionales. Ese ya es un tema exclusivo de Inteligencia, Ministerio Público y Policía Nacional; porque, para enfrentar al crimen organizado tenemos que tener estrategias diferenciadas.

¿El Estado tiene estrategia contra el crimen organizado? Depende, pues. ¿Tenemos una estrategia contra el narcotráfico, tenemos que tener una estrategia contra organizaciones criminales dedicadas a la extorsión, estas modalidades bajo la fachada de ser sindicato de construcción civil? Tenemos que tener una estrategia frente a eso. Tenemos que tener una estrategia también frente a la trata de personas, una distinta frente a los delitos de corrupción, otra para el lavado de activos. O sea, son estrategias diferenciadas. Cada delito tiene su propias particularidades, sus propias características, tienen sus propios modus operandi, sus propio perfil del delincuente: Un narcotraficante no tiene el mismo perfil que un extorsionador; uno que se dedica al lavado de dinero no tiene el mismo perfil que uno que se dedica a la trata de personas. Entonces, no puedes aplicar la misma estrategia a todas las modalidades delictivas. Creo que en eso estamos fallando. El Estado tiene que tener estrategias diferenciadas para enfrentar a cada modalidad del delito, y no decir simplemente: «tenemos estrategia contra el crimen organizado», porque el «crimen organizado» es un concepto muy gaseoso.

13.  ¿Cómo es el trabajo de las Fiscalías de Crimen Organizado con la Policía Nacional de Perú? ¿Hay permanencia de equipos de trabajo?

Uno de los problemas que tenemos nosotros es justamente que a los oficiales con los que trabajamos, casi al año o dos años los cambian. Sucede que, de un momento a otro, cambian al oficial que conoce el caso o al personal subalterno (aunque el personal subalterno demora mucho más tiempo en el cargo). Entonces, nos quedamos sin el instructor policial, porque ya lo cambiaron Hasta que venga el nuevo instructor y se empape del tema, viene un problema.

Se ha creado una Dirección General contra el Crimen Organizado en el Ministerio del Interior, en la Policía Nacional, a cargo del Crnl. Reyes Tello, a quien tengo mucho respeto y muy buena impresión, porque he trabajado con él. Sin embargo, esta dirección no es una dirección operativa, es una dirección que da criterios generales. Nosotros no tenemos una Policía operativa contra el crimen organizado. Nosotros tenemos que trabajar: Casos de extorsión, con Dirincri; narcotráfico, con Dirandro.

14.  ¿Cómo es el trabajo con los procuradores?

Hay un tema que hay que resaltar. En los últimos tiempos ha habido mucho enfrentamiento entre procuradores y fiscales. Es un tema que no entienden. Yo nunca he tenido problemas con la Procuraduría ni con la Policía, en mis 20 años de servicio. Me he llevado muy bien con todos los procuradores. A mí me parecía muy de mal gusto cómo los procuradores públicamente se enfrentan a los fiscales. Eso no le hace bien a la lucha contra el crimen organizado. La Procuraduría y el Ministerio Público tienen el mismo objetivo: Lograr una pena y una reparación civil, el Ministerio Público, tras la pena y reparación civil; el procurador coadyuva en la investigación y pelea por la reparación civil.

Somos el mismo equipo, eso hay que entenderlo. Si ese mismo equipo va a estar enfrentado, lo único que vamos a lograr es que las organizaciones criminales hagan fiesta. Dirán: «déjenlos que peleen». Creo que se tienen que sentar a conversar los procuradores y los fiscales y establecer cada uno qué es lo que le toca hacer en cada investigación; porque los procuradores no investigan; acá los procuradores dicen: «investigamos». Ellos no investigan, quien investiga es la Policía, bajo la dirección del Ministerio Público. El procurador es un abogado de defensa del Estado, así como los delincuentes y el agraviado tienen sus abogados de defensa; en los delitos contra el Estado el abogado de defensa del Estado es el procurador.

La Constitución y la norma establecen que hay igualdad de partes. Si el fiscal le da información al procurador, le tiene que dar información también a la otra parte. Si en una diligencia participa el abogado de la Procuraduría, tiene que participar el abogado de la otra parte, porque son abogados. La ventaja es que la Procuraduría tiene una ley especial y funciones especiales. Hay que aprovechar esas funciones de la Procuraduría para que coadyuven la investigación del Ministerio Público y evitar estar echando piedras entre ellos. Porque, al final, los que ganan son las organizaciones criminales. Hay que poner las barbas en remojo entre la Procuraduría y algunos fiscales, no de todos, y decir: «Oigan, trabajen conjuntamente, ordenadamente y déjense de estar buscando “figuretismo”». Ése es el tema, el «figuretismo»: «yo investigo, yo acuso, yo sentencio». Acá los procuradores hacen todo, no hay policías, no hay fiscales, no hay jueces. Hay que bajarles el nivel de enfrentamiento y que trabajen como equipo.


15.  ¿El modelo procesal ayuda en la lucha contra la delincuencia?
Podría pensarse que el nuevo modelo procesal penal está fracasando. Esto porque no hay confianza. El Código no es malo, el Código es bueno, el problema son las personas. Entonces, cómo puede funcionar una nueva norma si la Policía desconfía del fiscal, el fiscal desconfía de la Policía, los dos desconfían del juez y el juez desconfía de los dos, y por ahí todos desconfían del procurador y el procurador desconfía de todo el mundo. Así no vas a poder luchar contra el crimen organizado. Es un tema de confianza, de trabajar conjuntamente, las instituciones y los operadores, contra el crimen organizado. Es la única fórmula, nosotros en las Fiscalías contra el Crimen Organizado ya les hemos demostrado los grandes éxitos que hemos tenido durante los cuatro años, en los que yo he sido coordinador, y los que continuamos teniendo bajo la coordinación del Dr. Rafael Vela Barba, y bajo la dirección de nuestros Fiscales de la Nación, durante estos últimos cuatro años. Eso ha sido así porque hemos trabajado coordinadamente con la Policía y nuestros procuradores. Por ejemplo, yo me reúno con el Dr. Juan Carlos Portocarrero, con la Dra. Príncipe Trujillo, con los que normalmente trabajamos, con los procuradores adjuntos, la Dra. Medina. Ellos vienen, coordinamos el trabajo, intercambiamos ideas. Ése es el trabajo. Ellos coadyuvan con la investigación. Todo dentro de un nivel profesional. No hay que llevar las investigaciones a temas personales. «Cuando un fiscal, un juez, un procurador o un Policía lleva una investigación al tema personal, pierde en objetividad». Entonces, si se pierde objetividad, tiene que apartarse de la investigación.

Hay mucho miedo en estos temas. Últimamente está el tema de las «presiones». Aquí es presionable el que es presionable. Yo tengo 20 años en la función. A mí nadie me ha presionado en mi vida. Saben que a mí nadie me puede presionar. Yo siempre he dicho: «A un fiscal, a un juez, lo único que le tienen que presionar es la Constitución, la ley y su conciencia», nadie más. Así de simple. Acá no hay nada que: «me llamó mi jefe». Si no se puede, no se puede: «lo siento, no hay». «No puedo hacer esto, porque está contra la ley». La respuesta tiene que ser esa. Siempre les digo a los fiscales provinciales y adjuntos que trabajan conmigo: A la primera que alguien te vengan a darte una indicación, respóndele: «Señor, esto no es así porque no se puede». Ese día te vas a ganar el respeto. Te van a decir: «Al doctor ni le hables, porque “es inservible”», así nos dicen a los que no nos dejamos presionar por nadie.

Tampoco hay que dejarse presionar por los temas mediáticos. A veces tomamos decisiones porque la prensa está encima. A mí no me presiona lo mediático. El día que yo tenga que decidir la libertad de una persona o deba decidir acusar o no a una persona en base a la presión de la prensa o la presión mediática, ese día me voy a mi casa, porque ya no sirvo para fiscal. Un fiscal tiene que resolver objetivamente, en base a los elementos y evidencias que ha recogido durante la investigación; después, se olvida de todo. La presión es solo «la Constitución, la ley y su conciencia»; nadie más te tiene por qué presionar.

16.  ¿Cómo debe mejorar la Inteligencia de la Policía Nacional del Perú?

No se puede pretender enfrentar al crimen organizado si no se tiene una Inteligencia fortalecida. La Inteligencia es un instrumento fundamental para enfrentar al crimen organizado. Nuestro Servicio de Inteligencia policial tiene que estar altamente capacitado y especializado, porque la inteligencia hay que especializarla. Así como hay fiscales contra el crimen organizado, fiscales antidrogas, fiscales anticorrupción, fiscales de lavado; Inteligencia también se tiene que especializar. No es lo mismo hacer inteligencia contra el narcotráfico que hacer inteligencia contra la extorsión. No es lo mismo hacer inteligencia contra el lavado de activos que hacer inteligencia contra la trata de personas: No es lo mismo. Son diferentes tipos de delincuencia. Los delincuentes tienen otro perfil, otro modus operandi. No puedes sacar a un hombre de inteligencia que está haciendo seguimiento a una organización criminal de narcotráfico y al día siguiente lo mandarlo a hacer seguimiento contra extorsiones a Trujillo. ¡Lo pierdes! Es como si, de un día al siguiente, me mandaran a ser fiscal de familia. ¡Me matan!, ¡renuncio!, porque es una Fiscalía especializada en temas de familia. Yo no conozco. Cometería una serie de arbitrariedades por mi falta de conocimiento y especialidad.

Hay que especializarlos y mantenerlos en el cargo, es importante.

Y hay que aprender a utilizar los mecanismos modernos de investigación en Inteligencia: Agente encubierto, remesas controladas, interceptaciones telefónicas y la última que nos ha traído la Ley: Las operaciones encubiertas. Hay que capacitar, no solamente a la Policía, sino también hay que capacitar a los fiscales. Los fiscales deben estar capacitados para poder utilizar estos mecanismos. Lamentablemente sólo se utiliza agentes encubiertos, remesas controladas, escuchas telefónicas, en temas de narcotráfico. Por ahí en extorsiones hemos tenido éxito en temas de escuchas telefónicas. Pero, ¿agentes encubiertos? Si hay uno o dos casos, a nivel nacional, que investiguen casos de crimen organizado, en temas de extorsiones, es mucho. ¿Por qué? porque toda la vida siempre se vinculaban estos temas de agentes encubiertos, remesas controladas, con investigaciones por narcotráfico. Hay que decirles a los fiscales, a nivel nacional, a los policías, que utilicen estos mecanismos de agentes encubiertos, remesas controladas en todas sus investigaciones para tener mayores éxitos.

17.  Esta es una actividad muy riesgosa. ¿Cómo está la seguridad policial personal de los fiscales contra el crimen organizado?

En cero. Se nos quitó la seguridad personal. Ahora menos, que vamos a ser un montón de fiscales nuevos, no creo que la Policía Nacional pueda darnos seguridad. La ventaja es que, como son Fiscalías Corporativas, no es «un» fiscal el que se enfrenta a una organización criminal. Es un equipo de fiscales que se enfrenta a una organización criminal. Éstas ya no identifican al fiscal que está investigando, como era antes. Ahora es un equipo de fiscales. La organización criminal no sabe quién lo está investigando. Es una forma también de salvaguardar la identidad de los fiscales, es también una estrategia de las Fiscalías contra el Crimen Organizado.

Riesgos siempre va a haber. Yo siempre les digo a mis fiscales, cuando les daba la bienvenida: «Nadie te ha puesto un revolver para que seas fiscal. Tú eres fiscal porque quieres ser fiscal. Si quieres serlo, tienes que saber que aquí, primero, no hay horario de trabajo. Trabajas sábado y domingo; trabajas 28 de julio, Navidad, Año Nuevo; trabajas de amanecida. Y, tienes que saber: hay riesgos».

En crimen organizado, normalmente, el viaje es en cualquier momento. Te puedes ir a cualquier parte, y tu familia no sabes ni dónde estás. Parte del secreto y reserva de la investigación es incluso que nuestras familias no sepan dónde estamos viajando. A los fiscales se les dice dónde va a ser el operativo en el último momento. Esto solamente lo conoce el fiscal responsable del operativo. A los otros fiscales se los reúne, se les sube a un avión y se les lleva. Allá se les explica cuál es el tema. Nosotros mandamos treinta o cuarenta fiscales a un operativo, por seguridad de ellos mismos. Tanto así, que su familia ni saben a dónde se van.

Me acuerdo que tuvimos un operativo, el del alcalde de Pucallpa, cuando yo era fiscal provincial y le planteé el operativo a la Dra. Echaíz. Reunimos a treinta fiscales. En esa época no teníamos tantos fiscales como ahora, así que teníamos que convocar a fiscales del pool de fiscales de Lima. Yo tenía solamente cuatro adjuntos, me tuvieron que dar como veinticinco fiscales del pool. Los reunió la Doctora y les dijo: «Bueno, muchachos, vamos a tener un operativo en diferentes ciudades del país. Yo no conozco del operativo, no sé del operativo. Quien lo dirige es el Dr. Chávez Cotrina. Así que mañana a las 8 en punto están con su ropa para tres días». Fue entonces que uno de los fiscales, un muchacho, le preguntó: «Doctora, ¿llevamos ropa de verano o ropa de invierno?»; y la Doctora le dijo: «Bueno, lleva ropa de verano… pero, por si acaso, llévate una buena casaca». Es una respuesta que hasta ahora me acuerdo y siempre le repito a mis fiscales. Así es el trabajo.

18.  ¿En qué considera que debe mejorar el Ministerio Público, en la persecución de los delitos de crimen organizado?

Creo que el Fiscal de la Nación ha cuadriplicado el numero de fiscales a nivel nacional en temas de crimen organizado. Necesitamos capacitación. Urgente. ¿En qué?: Los fiscales de Lima: en nuevo modelo procesal penal y técnicas de investigación. Es fundamental que todos los fiscales conozcan técnicas de investigación: Agentes encubiertos, cómo se hace un agente encubierto, porque es todo un procedimiento; cómo se hace una remesa controlada, unas escuchas telefónicas, unos seguimiento de a pie. Porque el que dirige la investigación es el fiscal, debe conocer cómo se controlan esos mecanismos de investigación. Eso es lo que necesitamos con carácter de urgencia. Una capacitación de nivel nacional e internacional. No solamente para los fiscales que tenemos sede en Lima, sino sobre todo para nuestros fiscales en provincias, a ellos tenemos que capacitarlos también. Después, la voluntad y el entusiasmo de los fiscales están al más alto nivel, Necesitamos capacitación especializada.

Si la Academia de la Magistratura lo puede dar, sería fantástico. Ya lo ha dado antes. Hace dos años estuve en un programa de la Academia de la Magistratura con Devida, donde recorrimos varios departamentos, casi todos, dando capacitación en temas de narcotráfico. Ahora hay que voltearlo a lavado de activos y crimen organizado. Fue una buena capacitación, viajábamos todos los meses con profesionales como el Dr. Prado Saldarriaga o el Dr. Pablo Sánchez. Éramos una suerte de expertos convocados por la Academia para poder dar estos cursos. También, el año pasado, Devida estaba en nuestra capacitación, fuimos tres colegas a capacitar. Pero no es suficiente. La escuela del Ministerio Público tiene una labor muy importante que desarrollar, una gran responsabilidad. No solamente en crimen organizado, también en corrupción de funcionarios, lavado de activos.


19.  ¿Cuál es su expectativa sobre los delitos de organizaciones criminales, para la región y el Perú?

Creo que, si no continuamos, como estamos continuando, en la lucha frontal contra el crimen organizado, desde la época de la Dra. Echaíz, hasta ahora, con los últimos golpes que estamos dando; si nos dejamos; si nos sentamos en nuestros laureles; el crimen organizado va a continuar avanzando. Si hemos empezado una lucha frontal contra el crimen organizado, tenemos que endurecer esa lucha, tanto en la Policía Nacional como en el Ministerio Público, que somos los dos entes encargados, porque el juez es el ente imparcial, es el que sentencia.

Tenemos que continuar, pero, para eso se necesita decisión política. No voluntad política. Hay que diferenciar: «voluntad» tienen todos («queremos luchar»). ¿Qué significa esto de las «decisiones políticas»? La decisión política la toma el Gobierno. ¿Qué significa? Pues, recursos económicos. Si no se dota a la Policía Nacional, a los equipos de inteligencia, al Ministerio Público, al Poder Judicial de los recursos económicos que se necesitan para enfrentar al crimen organizado, la ley 30077 solo va a servir para que le pongas un cuadro y la cuelgues en tu oficina, porque no va a ser operativo. Eso depende del Gobierno.

20.  ¿Algo adicional que quisiera compartir con los suscriptores de Ius Puniendi: Sistema Penal Integral?

Simple y llanamente, decirles a los lectores de la revista que, en el tema de criminalidad organizada, el Perú, el Ministerio Público, con sus fiscales, está dando la lucha frontal. Necesitamos el apoyo de todos. Necesitamos que la ciudadanía tenga la valentía de denunciar, sobre todo en los temas de extorsión, porque no denuncian (obviamente, por miedo a que los maten a ellos o a sus familiares, no están denunciando). En el Ministerio Público existe una división que se llama Unidad de Protección a Víctimas y Testigos; [el ciudadano] que no tengan miedo, que vengan a buscarnos, que denuncien; nosotros vamos a poner todo nuestro apoyo y nuestros recursos para evitar que continúen siendo víctimas de estos delincuentes.

Los desafíos que tienen las Fiscalías Especializadas contra el Crimen Organizado son muy grandes, y los fiscales estamos comprometidos en esta lucha. Pero, si no hay apoyo político, y el apoyo político significa decisión política y decisión política significa recursos económicos; esta lucha contra el crimen organizado no va a tener sus frutos.

Lima, 31 de diciembre de 2014.

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